domingo, 25 de octubre de 2009
Sin Fin
Hace muchos años conocí a mi gran amor, o eso pense yo.
Le vi y me dije, ese es para mi, pero cuando me enteré que tenia novia, que rabia me entró por mi cuerpo...no sabía que hacer.
Mis lágrimas recorrían mis mejilla y rompian en mis labios.
Todo era por él...
Con el tiempo me fuí relacionando con él y su pareja, a la que la tenia mucha envida sana.
Sufría al verlos juntos, pero me hacia el duro...
Una noche de copas me le encontré, estaba con unos amigos y se acercó a mí:
- ¿Estás solo?
- No, ¿por?
- No, es que estoy con mis amigos y estoy un poco aburrido.
- Yo me tomo la copa y si quieres nos vamos.
- No hombre, no dejes a tus amigos tirados.
- No pasa nada -contesté yo, deseoso de estar a solas con él.
Era mi gran oportunidaz para estar por lo menos con él a solas, así que me terminé la copa y nos fuimos del pub. Nos dirijimos hacia su coche:
- ¿A dónde nos dirijimo?
- Al coche. Te voy a invitar y después nos tomamos una copa en un sitio muy especial para mí.
La suerte estaba de mi lado esa noche...
Ya metidos en el coche empezamos a conversar.
- Llevo observándote toda la noche desde que has entrado en el pub. No te dejado de mirar y tú no me dejabas de observar.
- ¿Dónde esta tu novia?
- En casa, o eso creo, porque a salido a cenar con unas amigas y después se iban a casa.
En eso que suena el móvil...
- Hola cariño. No, estoy ya en la cama. Me aburria y me ido a casa. Vale, mañana nos vemos. Un beso.
Nos fuimos al ssitio que me habia dicho. Allí nos tomamos unas copas hasta hartarnos.
Ya a altas horas de la madrugada dirijiéndonos a casa, continuamos la conversación que se inició en el coche:
- ¿En qué te has fijado en mí?
- En todo.
- Ah. ¿Pero qué te gusta más de mi?
- No sé que decirte..
Llegando a casa, se detuvo.
- ¿Tú serias capaz de enrrollarte conmigo sabiendo que tengo novia?
- Hombre, a mí no me perjudica, pero no lo veo bién.
Yo muriéndome de deseo por él, se me avalanzó y me dió un beso.
Yo me quedé sorprendido.
- Pero, ¿no eres etero?
- Si, pero no se qué he visto en tí, que me ha llamado la antención.
Sin dudarlo, seguimos besándonos sin parar y una cosa llevo a la otra...
Me hizo el amor como nadie me lo habia hecho. Disfruté, él no se quedo atrás. Nos amaneció, y después de terminar con la faena...
- ¿Por qué no me habias dicho antes que te gustaba?
- Porque siempre te veia imposible de alcanzar.
- Pues ya me tienes.
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